En una nueva arremetida contra el Poder Judicial, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha puesto en el centro de la controversia los altos salarios y beneficios de jueces, magistrados y ministros. Durante su conferencia matutina, AMLO instó a los trabajadores del país a comparar sus sueldos con los de estos funcionarios judiciales, acusándolos de vivir en una élite privilegiada a costa del resto de la población.
El presidente López Obrador ha mantenido una relación tensa con el Poder Judicial desde el inicio de su mandato. Ha acusado reiteradamente a los jueces y magistrados de ser corruptos y de mantener privilegios desmesurados. Esta última declaración no es una excepción. AMLO argumenta que mientras los jueces disfrutan de altos sueldos y prestaciones, los trabajadores comunes enfrentan condiciones laborales mucho menos favorables.
En su discurso, AMLO enfatizó la disparidad entre los salarios de los funcionarios judiciales y los trabajadores comunes. Según el presidente, los jueces, magistrados y ministros reciben sueldos exorbitantes que no se justifican por la cantidad de trabajo que realizan. "Hay jueces que solo llegan a firmar documentos preparados por sus asesores, mientras que los trabajadores de base laboran arduamente día y noche," señaló.
La invitación de AMLO a los trabajadores para comparar sus salarios con los de los jueces es un intento claro de destacar la desigualdad existente. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el salario promedio de un trabajador en México ronda los $6,000 pesos mensuales, mientras que un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) puede ganar hasta $650,000 pesos al mes, incluyendo beneficios y prestaciones.
El Poder Judicial ha respondido a las críticas de AMLO afirmando que los salarios de sus funcionarios están justificados por la responsabilidad y la carga de trabajo que implica su labor. Además, han señalado que cualquier cambio en su estructura salarial debe ser realizado a través de los canales legislativos apropiados y no mediante presiones mediáticas.
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