El presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido abiertamente su intervención en decisiones judiciales durante el mandato de Arturo Zaldívar como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Esta revelación surge en medio de la controversia sobre la liberación de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, quien ahora enfrenta arresto domiciliario tras una orden judicial.
Durante su conferencia matutina, el presidente López Obrador declaró que en la era de Arturo Zaldívar como presidente de la SCJN, el gobierno, de manera respetuosa, intervenía en las decisiones judiciales. Esta admisión llega después de la reciente liberación de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, quien enfrentaba cargos relacionados con el caso Agronitrogenados y Odebrecht.
"Es un asunto entre la Fiscalía y el Poder Judicial", mencionó López Obrador, "y la verdad es que el Poder Judicial está podrido".
El presidente señaló que aunque existen excepciones de jueces y ministros justos, estas son mínimas en comparación con la situación general del sistema judicial.
El mandatario explicó que durante el tiempo de Zaldívar como presidente de la SCJN, se realizaban conversaciones con él y los jueces en casos específicos, como el de Emilio Lozoya.
Señaló que Zaldívar colaboraba con estas intervenciones. López Obrador también criticó la liberación de Lozoya, destacando la rapidez con la que se tomó la decisión y sugiriendo que su administración vigilará de cerca futuras decisiones judiciales para evitar liberaciones precipitadas de posibles delincuentes.
Enfatizó que las acciones de intervención se llevaban a cabo pensando en el interés general, en la justicia y en proteger a los ciudadanos contra el crimen. López Obrador describió la relación entre ciertos sectores del Poder Judicial como una red de complicidades y componendas que reflejan una situación que se asemeja a la de una mafia.
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