Vamos a empezar con la frase que se le adjudica a San Basilio (clérigo del siglo IV):
“Lo que las palabras dicen al oído, el arte lo muestra en silencio”.
De acuerdo con la iglesia católica, la belleza es un camino para conocer a Dios; belleza y arte son dos conceptos que asociamos a nuestra mente.
El arte sacro religiosos a través de las imágenes artísticas están enfocadas a elevar la mente a lo espiritual, incluso en sus formas más abstractas y actuales, crea una experiencia espiritual capaz de generar profundas consecuencias en el receptor.
Entre la Iglesia y la cultura se forma una evidencia que ha determinado la creación de las más hermosas obras de la historia de la Humanidad.
La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México es una gran exponente de arte sacro religioso.
El arte sacro católico no solamente son las obras tradicionales como las imágenes, símbolos, iconografía etc. También se pueden apreciar con el lenguaje actual.
Se dice que el arte sacro te alimenta áreas que otro tipo de arte no cubre. Aunque a lo largo de la historia ha sido difícil distinguir entre arte religioso y arte sacro. El primero está enfocado a obras artísticas donde se muestra el amor y la fe a Dios y el segundo lo mismo pero que además sirve como culto a lo divino y en donde a veces hay que seguir ciertos cánones.
Durante el Renacimiento la iglesia católica tuvo un papel muy importante en arte religioso ya que tuvo mucho interés en los grandes maestros y creó las obras más importantes de la historia.
En esa época Miguel Ángel pintó “La Capilla Sixtina”, y talló “La Piedad, Brunelleschi” construyó el Duomo de “La Capilla de Santa María de Fiore”, Leonardo Da Vinci pintó “La Última Cena”.
Dentro del arte sacro se permite acceder y reinterpretar los temas emblemáticos de la religión católica dentro del discurso contemporáneo.
La Piedad pintada por Van Gog
Profa. Mayra Nuñez P.
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