Ante el menor desempeño de los sectores no mineros, la administración de Boric recortó en una décima su estimación de crecimiento del PIB para este 2024, a 2.6%; además, recortará el gasto en 856.8 millones de dólares para el Presupuesto actual.
El Gobierno de Chile se hizo eco del menor desempeño que ha tendido a mostrar la economía en lo más reciente, reduciendo de esta manera su proyección de crecimiento para el año. Así lo reveló el último Informe de Finanzas Públicas (IFP), dado a conocer este miércoles por el ministro de Hacienda, Mario Marcel, junto al coordinador macroeconómico de la cartera, Andrés Sansone, y la directora de Presupuestos (Dipres), Javiera Martínez, ante la comisión del ramo del Senado.
El Ejecutivo recortó en una décima su estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), a 2.6 por ciento. ¿La razón? Una desaceleración de los sectores distintos a la minería, mientras que el rubro minero vería un mejor desempeño.
Esta proyección se compara con el rango entre 2.25% y 3% que proyectó el Banco Central en su Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio.
Otra de las proyecciones que actualizó el Ejecutivo se relaciona con los precios, en un contexto marcado por el impacto del reajuste al alza de las tarifas eléctricas.
Para este año, se redujo en una décima el Índice de Precios al Consumidor (IPC) promedio a 3.7%, pero para el próximo año se aplicó una revisión al alza de un punto porcentual completo, para llegar a 4.4 por ciento.
Este cambio obedeció a que parte importante del impacto del precio de la electricidad se traspasará al próximo año.
“La inflación se encuentra cercana a su meta y en el corto plazo se verá impactada por factores contrapuestos. El peak del efecto transitorio de las mayores tarifas eléctricas se daría durante primer semestre de 2025”, dijo la autoridad.
Luego de la actualización de las proyecciones macroeconómmicas, fue el turno de Martínez para explicar el panorama para las finanzas públicas, revelando un millonario plan de recortes de gasto para este año.
Explicó que se recortará el gasto en 856.8 millones de dólares para el Presupuesto actual, lo que implica una variación negativa de 1% en el gasto total del sector público respecto a la proyección fiscal de mayo. Así, crecería 3.9% este año desde el 4.9% que se proyectaba anteriormente.
El recorte de gasto se concentrará principalmente en el ítem corriente, que es el destinado a la operación del aparato estatal, como compra de bienes y servicios y el pago de personal.
De hecho, a junio se ha ejecutado un 50,2% del gasto corriente, el menor registro observado en los últimos cuatro años.
El gasto de capital -inversión pública y transferencias de recursos para proyectos en esta línea- muestra una tasa de avance del 40,6% al sexto mes del año, su mayor nivel de los últimos cuatro erarios.
FUENTE: EL ECONOMISTA
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