Redacción Daniel Lee
Familiares de personas privadas de la libertad participaron en la elaboración del recetario “Con Sabor a Libertad”.
El objetivo es visibilizar las malas condiciones alimentarias que enfrentan las personas en situación de reclusión.
Ángeles Mónica Tirado, su autora manifestó: “mi esposo es una persona de la tercera edad, enfermo crónico con diabetes e hipertensión y lo que más le ha afectado, es precisamente la mala alimentación que tiene en los centros y no solamente eso, sino el abuso de las autoridades en todo sentido”.
“Todos tienen historias del terror que es la comida cuando la gente está privada de su libertad”, añadió.
El documento es resultado de la recopilación de 20 recetas aportadas por los familiares de personas privadas de la libertad que se entremezclan con las dificultades que tienen que enfrentar para garantizar el derecho a la alimentación de sus seres queridos.
Por su parte, Lucía Alvarado del Centro de Atención Integral de Familiares con Personas Privadas de la Libertad explica: “desde muy temprano se forman afuera de una cárcel cargando en un táper su amor en forma de comida, ellas que sin saber cómo funciona el engranaje del sistema de justicia en México se trasladan a ministerios públicos, a los juzgados a las Defensorías Públicas tratando de entender por qué su familiar está preso”.
Autoras y organizaciones llamaron a generar una agenda de política pública alrededor de lo que ocurre con la alimentación de las personas en prisión.
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