La Convención Nacional Demócrata (CND) de 2024, celebrada en Chicago, ha centrado la atención no solo de los votantes estadounidenses, sino también de observadores internacionales, especialmente en México. Con Kamala Harris como la candidata presidencial y Tim Walz como el aspirante a la vicepresidencia, el evento se ha convertido en una plataforma crucial para definir la postura del Partido Demócrata en temas clave como la economía, la inmigración y el comercio internacional.
Uno de los puntos más relevantes para México es la postura del Partido Demócrata respecto al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Tanto Kamala Harris como Tim Walz han mostrado una actitud crítica hacia los acuerdos comerciales en el pasado, lo que genera incertidumbre sobre el futuro del T-MEC en caso de una victoria demócrata en las próximas elecciones.
Harris, quien votó en contra del T-MEC como senadora, ha expresado preocupaciones sobre los efectos de los tratados comerciales en los trabajadores estadounidenses. A pesar de su oposición inicial, ha reconocido los beneficios del comercio internacional para la economía de Estados Unidos, aunque su enfoque sigue siendo proteger los derechos de los trabajadores en su país. Esta postura podría llevar a una revisión o renegociación de algunos aspectos del T-MEC, especialmente aquellos relacionados con la protección laboral y el comercio con China.
La estrategia económica: «Investing in america»
Otro tema central en la convención ha sido la propuesta económica «Investing in America» que busca fortalecer la infraestructura y la producción manufacturera en Estados Unidos. Esta estrategia, respaldada tanto por Harris como por Walz, tiene como objetivo atraer inversión extranjera y aumentar el salario mínimo a 15 dólares por hora. Aunque estas medidas son vistas como un impulso para la economía estadounidense, podrían tener efectos indirectos en la relación comercial con México, un socio clave en el T-MEC.
La implementación de esta agenda económica podría alterar las dinámicas comerciales entre ambos países, especialmente si se prioriza la producción nacional sobre las importaciones. Esto podría afectar sectores en México que dependen de la exportación a Estados Unidos, generando tensiones en una relación que ya es compleja.
El tema de la inmigración es otro punto crucial en la plataforma demócrata, con propuestas para reformar el sistema de asilo y expandir la migración legal, al tiempo que se asegura la frontera. Harris y Walz han mostrado su apoyo a una legislación que busca equilibrar la seguridad fronteriza con un enfoque más humanitario hacia los inmigrantes. Esta postura podría mejorar la cooperación con México en temas migratorios, pero también podría generar fricciones si se percibe que las políticas estadounidenses afectan negativamente a las comunidades fronterizas mexicanas.
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