La Secretaría de Marina (Semar) de México ha dado un paso significativo hacia la soberanía tecnológica con la reciente inauguración de su fábrica de radios, un proyecto que promete transformar la comunicación en el país. Con una inversión de 70 millones de pesos, esta instalación se convierte en un pilar fundamental en la estrategia de México para reducir su dependencia tecnológica del extranjero y mejorar la eficiencia de sus fuerzas de seguridad.
Apenas cuatro meses después de su inauguración en abril de 2024, la fábrica de radios de la Unidad de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Semar ya ha entregado los primeros 50 aparatos de radiocomunicación, todos ellos fabricados con tecnología totalmente mexicana. Este logro no solo subraya la capacidad técnica del país, sino que también marca el inicio de una producción en serie que, según los planes, alcanzará las 3,000 unidades anuales para 2025, con la posibilidad de duplicar esta cifra en los años posteriores.
El beneficio económico de esta producción nacional es evidente. Se estima que entre 2024 y 2026, México podrá ahorrar cerca de 700 millones de pesos gracias a la fabricación local de estos equipos. Este ahorro no solo proviene de la producción, sino también del mantenimiento de los aparatos, que se realizará íntegramente en el país. Con esta iniciativa, la Semar busca fortalecer la autonomía tecnológica de México y reducir la necesidad de importaciones costosas.
Los primeros 500 aparatos de radio producidos en la fábrica están destinados a desempeñar un papel crucial en dos de los proyectos más ambiciosos del gobierno mexicano: el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Estos sistemas de radiocomunicación serán fundamentales para coordinar las operaciones de seguridad y protección civil en estas infraestructuras, que son clave para el desarrollo económico y la conectividad del país.
La tecnología desarrollada por la Semar no se limita a los sistemas de comunicación. En la misma fábrica, se están creando otros avances tecnológicos, como vehículos de superficie autónomos, boyas meteorológicas y sistemas de radares capaces de rastrear y ubicar con precisión vehículos por tierra, aire y mar. Estas innovaciones no solo mejoran la seguridad nacional, sino que también tienen aplicaciones en la protección ambiental, como el monitoreo de especies en peligro de extinción, como la vaquita marina en el Alto Golfo de California.
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