Redacción Frida
La pugna por la candidatura presidencial de Morena se recrudece entre los dos principales contendientes, el excanciller y la jefa de Gobierno con licencia.
La tensión interna en Morena ha alcanzado su clímax. El excanciller Marcelo Ebrard ha acusado de manera vehemente a Claudia Sheinbaum de adoptar prácticas desleales, como acarreo, encuestas falsas, uso de brigadas gubernamentales y guerra sucia, en el proceso interno del partido para definir su candidato presidencial.
Sheinbaum, por otro lado, ha rechazado todas estas alegaciones y ha reiterado la necesidad de unidad dentro del partido, destacando que "nunca hablará mal de sus compañeros". Esta refriega política revela una profunda división en Morena de cara a las próximas elecciones presidenciales.
Marcelo Ebrard dejó claro que la candidatura se decidirá entre él y Sheinbaum, haciendo un llamado urgente a Mario Delgado, líder de Morena, para que se respete el acuerdo previamente firmado entre los aspirantes y se eviten intervenciones indebidas. Subrayó las prácticas que, según él, están socavando el proceso: “Nunca habíamos visto tanto acarreo como el que estamos viendo ahorita, tanta paga de encuestas falsas, no había visto una campaña negra incluso contra mi familia".
De acuerdo con Ebrard, las brigadas de la Secretaría del Bienestar están siendo utilizadas para influir en la percepción pública, insinuando que el presidente López Obrador prefiere a Sheinbaum como candidata. Esta afirmación, si se demuestra, podría tener serias implicaciones para el proceso democrático interno del partido.
En un intento de contrarrestar las afirmaciones de Ebrard, Sheinbaum destacó la importancia de la unidad y la cohesión dentro del partido, afirmando que "todos son necesarios para el proyecto". Desmintió cualquier uso de recursos públicos en su campaña, aclarando que las acusaciones de acarreo y desvío de fondos eran totalmente falsas.
La carrera por la candidatura presidencial de Morena claramente ha entrado en una fase crucial, y el resultado puede determinar el futuro del partido y su capacidad para mantenerse unido de cara a las elecciones generales. Con acusaciones y contraacusaciones volando, los próximos días serán fundamentales en la definición del panorama político mexicano.
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