Redacción Laura**
El panorama laboral en México ha mostrado signos de preocupación en el segundo trimestre de este año. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la pobreza laboral aumentó marginalmente del 37.7% al 37.8%. En números absolutos, 192,067 personas más se sumaron a esta condición durante dicho periodo.
El término "pobreza laboral" hace referencia a aquellos hogares cuyos ingresos, derivados del trabajo de sus integrantes, no son suficientes para adquirir una canasta básica de alimentos. Es decir, aún trabajando, no pueden cubrir sus necesidades más fundamentales.
Los estados más afectados por este incremento fueron Hidalgo, con un aumento del 5.2%; Veracruz, con un 3.7%; Aguascalientes, con 2.6%; Colima, con 2.4%; y Oaxaca, con 2.2%. Por otro lado, los estados que lograron reducir esta cifra fueron Chihuahua, Tlaxcala, Durango, Coahuila y Sonora.
Recordemos que la pobreza laboral alcanzó su pico más alto en 2020, afectando al 46% de la población mexicana, en medio de la crisis inicial provocada por la pandemia de COVID-19 y las restricciones a actividades económicas. Desde ese momento, ha habido una recuperación lenta, pero aún no se alcanzan los niveles previos a la pandemia.
A pesar de esta situación, se ha registrado un incremento del 0.6% en el poder adquisitivo del ingreso laboral per cápita, pasando de 3,058.60 a 3,976.13 pesos mensuales. En términos generales, el ingreso laboral promedio a nivel nacional fue de 6,875.72 pesos mensuales, pero al dividir entre el sector formal e informal, se nota una considerable brecha: 9,720.93 pesos en el sector formal, frente a 4,784.79 pesos en el sector informal.
Una problemática que resalta y requiere especial atención es la desigualdad de género en este ámbito. Según el análisis de México ¿Cómo Vamos?, la pobreza laboral afecta de manera desproporcionada a las mujeres en todos los estados del país. Por cada 100 hombres que sufren precariedad por ingresos, hay 111 mujeres en la misma situación.
Finalmente, es relevante destacar que, entre los estados con menor porcentaje de personas en pobreza laboral, Baja California Sur, Chihuahua y Jalisco también muestran las mayores brechas de desigualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral.
Esta situación resalta la necesidad de políticas laborales y sociales más inclusivas y equitativas que puedan abordar de raíz las causas de la pobreza laboral y la desigualdad de género.
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