Redactor: Joel Charles
Los niveles de inversión en México han experimentado un impresionante repunte en lo que va del año, alcanzando su punto más alto desde finales de 2015. Este optimismo en el sector privado se atribuye a una percepción más positiva sobre el desempeño económico y a la creciente tendencia del nearshoring.
Según la encuesta realizada mensualmente por el Banco de México (Banxico) a expertos del sector privado, en agosto, el 41.0% de los encuestados consideró que era "un buen momento" para invertir en el país, marcando su nivel más alto desde diciembre de 2015.
De acuerdo con los registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inversión fija bruta representó el 24.3% del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer semestre de este año, la cifra más elevada registrada al menos desde 1993. Solo en el segundo trimestre, alcanzó el 24.9%, también el máximo histórico.
Este cambio en el panorama económico se traduce en un pronóstico de crecimiento del PIB del 3.0% para este año, en comparación con el modesto 0.98% estimado en la encuesta de enero. Este aumento en la confianza empresarial ha sido constante en los últimos meses, marcando un cambio significativo desde mayo, cuando solo el 18.0% de los encuestados consideraba un momento adecuado para invertir.
Los analistas coinciden en que este optimismo se debe a perspectivas más favorables de crecimiento económico y al auge del nearshoring, un fenómeno que promete impulsar aún más la inversión en los próximos años.
"Ha habido un cambio fundamental en la inversión productiva gracias al nearshoring, un fenómeno con un impacto similar al Tratado de Libre Comercio (TLC) en términos de inversión y crecimiento económico a mediano y largo plazo", señaló Víctor Ceja, economista en jefe de Valmex.
La directora de análisis económico de Monex, Janneth Quiroz, también destacó el impacto positivo de la relocalización y su influencia en las métricas de inversión, impulsadas además por la robustez de la economía estadounidense.
"La actividad económica de Estados Unidos sigue mostrando una fortaleza inusual, a pesar de las tasas de interés elevadas, lo que refleja su destacada resistencia", afirmó Quiroz.
James Salazar, subdirector de análisis económico de CIBanco, destacó que desde el sector privado se está notando una liberación de recursos que está generando un efecto dominó en otros sectores, especialmente en la construcción, que está estrechamente vinculada a cerca de 40 ramas económicas.
Sin embargo, para el año 2024, existen dos factores que podrían generar cautela en el ámbito de la inversión: la elección presidencial en México y la posible desaceleración o recesión económica en Estados Unidos.
"Generalmente, en los años electorales, tanto la inversión interna como la externa tienden a disminuir, ya que muchas empresas esperan conocer las nuevas reglas bajo la nueva administración", advirtió Salazar.
Víctor Ceja subrayó además tres desafíos que podrían limitar el crecimiento sostenido en el país: los problemas de inseguridad pública, el riesgo de cambios en las reglas que afecten los intereses de las empresas y la necesidad de una infraestructura adecuada para que el nearshoring se materialice plenamente.
En Estados Unidos, el riesgo recae en las tasas de interés elevadas, y la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) implemente nuevos incrementos antes de que concluya el año.
Este renacimiento en la confianza empresarial y la afluencia de inversiones privadas están posicionando a México como un destino atractivo para los inversores y como un protagonista en el crecimiento económico de la región.
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