Redacción: Joel Charles
En un logro sin precedentes, el sector agroindustrial de México ha alcanzado niveles récord en exportaciones, generando un flujo económico que se acerca al de las remesas y casi duplica los ingresos del país por concepto de petróleo y turismo.
Según un informe reciente del Banco de México, las exportaciones agropecuarias y agroindustriales alcanzaron un monto histórico de 22,799 millones de dólares entre enero y mayo de este año, lo que representa un aumento anual del 4.5%, en un contexto de apreciación significativa del tipo de cambio.
Estas cifras destacadas se acercan a los ingresos obtenidos por remesas durante el mismo período, que ascendieron a 24,600 millones de dólares, y superan los ingresos generados por petróleo y turismo, ambos sectores que superaron los 12,000 millones de dólares.
Juan Carlos Anaya, presidente del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), señaló que el sector agroindustrial ha sido uno de los grandes beneficiarios de los tratados comerciales con Estados Unidos, impulsado por productos emblemáticos como la cerveza, el tequila, los aguacates, los jitomates y las berries, en los cuales México se ha convertido incluso en una potencia mundial.
A pesar del crecimiento constante en las exportaciones agropecuarias y agroindustriales, Anaya destacó la persistente problemática que enfrenta el país en el ámbito de los granos. "Es el talón de Aquiles del sector. Aún no hemos logrado implementar una política de productividad efectiva para los granos. Importamos el 40% del maíz, el 80% del arroz y el 60% del trigo. Necesitamos una política diferente que promueva la productividad, la seguridad jurídica, la rentabilidad, así como programas de financiamiento, seguros, fomento tecnológico y comercialización de productos", explicó Anaya.
Ana Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), resaltó que el comercio exterior de bienes agropecuarios y agroindustriales es un ejemplo claro de los beneficios que se obtienen cuando los sectores operan en un entorno de certeza jurídica. En este sentido, instó a preservar y respetar las reglas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) actual, con el fin de seguir aprovechando los beneficios en uno de los sectores más favorecidos por los acuerdos comerciales.
Gutiérrez también advirtió sobre los posibles riesgos y sanciones que podrían afectar a las exportaciones si se incumplen los acuerdos o se generan conflictos comerciales en el ámbito del maíz. En un sector tan volátil como el agroalimentario, con cabildeos de productores y factores geopolíticos que afectan los precios de los fertilizantes, es fundamental evitar cualquier ruido que pueda perjudicar el cumplimiento de las reglas establecidas en el T-MEC.
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