En respuesta a las declaraciones del exmandatario estadounidense Donald Trump, quien prometió cerrar la frontera entre Estados Unidos y México si es reelegido, la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha contestado de manera contundente. Durante un evento reciente, Sheinbaum enfatizó que cerrar la frontera sería una medida impracticable y perjudicial para ambos países.
Sheinbaum destacó que en lugar de construir muros, es esencial apoyar a los países y a las personas para abordar las causas fundamentales de la migración. La virtual presidenta electa subrayó que la migración es una consecuencia de la falta de oportunidades y violencia en los países de origen, y que la solución debe centrarse en el desarrollo económico y social de estas naciones.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, también intervino en la discusión, reafirmando la inviabilidad de cerrar la frontera. En su conferencia matutina, López Obrador anunció que enviará una carta a Trump para explicar la importancia de la migración y la interdependencia económica entre ambos países.
López Obrador argumentó que el cierre de la frontera causaría pérdidas significativas tanto para las empresas estadounidenses como mexicanas, dado que la economía de ambos países está profundamente integrada. El mandatario mexicano atribuyó las declaraciones de Trump a las tácticas electorales, recordando que durante las campañas políticas se suelen hacer promesas extremas para ganar votos.
Durante un discurso en la Convención Nacional Republicana, Trump reiteró su intención de cerrar la frontera y finalizar la construcción del muro fronterizo. El expresidente argumentó que la migración ilegal es una amenaza para la seguridad y la economía de Estados Unidos, vinculándola con el crimen y la propagación de enfermedades.
Trump también criticó a México por no hacer lo suficiente para detener la migración y sugirió que el país debería implementar programas para mantener a sus ciudadanos dentro de sus fronteras. Su retórica antiinmigrante es una constante en su campaña, similar a su mandato anterior, y refleja su enfoque en la seguridad fronteriza como un pilar de su plataforma electoral.
Analistas y expertos coinciden en que cerrar la frontera tendría consecuencias devastadoras para ambas naciones. La economía de Estados Unidos y México está altamente interconectada, con un flujo constante de bienes, servicios y personas que es vital para muchas industrias. Un cierre fronterizo afectaría no solo el comercio, sino también la vida de miles de familias que dependen del cruce diario para trabajar, estudiar o reunirse con sus seres queridos.
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