Redacción: Frida Sandoval
La Administración de Control de Drogas (DEA) ha identificado redes de tráfico de fentanilo pertenecientes a los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación que operan en al menos 40 países. Entre ellos destacan China, donde se obtienen los químicos para su producción, México, país líder en la fabricación y tránsito, y Estados Unidos, principal destino final del opiáceo. Anne Milgram, administradora de la DEA, hizo pública la preocupante situación en una comparecencia ante el Subcomité Judicial sobre Delitos y Vigilancia.
La operación de tráfico de fentanilo empieza en China, donde el flujo de precursores químicos para su elaboración no está sujeto a temporadas de agricultura como otras sustancias. Ciudadanos chinos presuntamente involucrados trafican estos químicos hacia países latinoamericanos, con México siendo uno de los principales productores de fentanilo. La frontera entre México y Estados Unidos también es un punto crítico, ya que ambos cárteles trasladan la droga, incluida la cocaína de países como Colombia y Perú.
Los operadores en Estados Unidos distribuyen el fentanilo en sustancias ilícitas, como cocaína y heroína, y también lo mezclan en medicamentos controlados como la Oxycodona, Xanax y Percocet para generar adicción sin que los usuarios lo busquen específicamente. Para combatir esta compleja red de tráfico, la DEA ha dividido equipos especializados en analistas de inteligencia, localizadores y expertos en temas químicos y financieros, centrados en el cártel de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación.
Las investigaciones han llevado a importantes resultados, incluyendo 28 cargos impuestos contra miembros y asociados de Los Chapitos, la principal red de tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, con nueve personas ya encarceladas. Sin embargo, destaca la falta de colaboración por parte de las autoridades mexicanas en relación a solicitudes de aprehensión de miembros clave de Los Chapitos desde años anteriores.
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