
Un Tribunal Federal puso punto final a las pretensiones de la Fiscalía General de la República (FGR) de procesar a la ex titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, por el caso de la Estafa Maestra, donde fue imputada por el delito de ejercicio indebido del servicio público.
Por unanimidad, el Primer Tribunal Colegiado de Apelación en Materia Penal en la Ciudad de México ratificó la sentencia absolutoria emitida por un juez de control del Centro de Justicia Penal Federal en el reclusorio Sur, el 24 de febrero de este año, con lo que quedó cerrada de manera definitiva cualquier acción legal del Ministerio Público Federal contra la ex secretaria de Estado.
En el proyecto que estuvo a cargo del magistrado Alberto Torres Villanueva y que se discutió este 5 de diciembre, se declararon infundados todos los alegatos de la Fiscalía.
Asimismo, indicó que algunos de los argumentos que enumeró el Ministerio Público ya habían sido materia de estudio por parte del Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal.
“Lo anterior, porque constituye cosa juzgada refleja, al ser una determinación que queda firme y no puede ser modificada…De ahí que, no se está en condiciones de analizar nuevamente tales tópicos”, detalla la resolución.
Aunque se negó un amparo, dichas determinaciones no impedían al juez de control efectuar el control difuso, porque como lo estableció el Noveno Tribunal Colegiado, en la ejecutoria dictada en el recurso de revisión, que la realización de dicho control difuso, si resultaba dable el sobreseimiento, en la hipótesis de la fracción II del artículo 327 del Código Nacional de Procedimientos Penales.
Con esta resolución, Robles Berlanga queda en libertad definitiva y podrá regresar a su vida privada, tras haber permanecido tres años en prisión preventiva.
La ex funcionaria fue acusada de haber permitido que se desviaran más de 5 mil millones de pesos de la Secretaría de Desarrollo Social a través de empresas fantasma. Sin embargo, la defensa de Robles argumentó que la ex secretaria no tenía conocimiento de los desvíos y que su responsabilidad se limitaba a firmar los convenios de colaboración con las dependencias involucradas.
En su cuenta de X, Robles publicó su postura: “Terminó la infamia. Me encerraron pero jamás dejé de ser libre y nunca me doblaron ni me arrebataron mi dignidad. Utilizar las instituciones para venganzas no es de demócratas. Ayer un tribunal de apelación confirmó mi absolución. Mi trayectoria y mi nombre siguen intactos”.
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