Xóchitl Gálvez, la candidata de la coalición opositora Fuerza y Corazón por México, ha dado un giro estratégico al proponer la posibilidad de alcanzar un "gran acuerdo" con Movimiento Ciudadano (MC), dirigido a la declinación del aspirante Jorge Álvarez Máynez del partido naranja. Este movimiento busca cambiar el rumbo en la contienda electoral, a tan solo 18 días de los comicios para renovar la presidencia de México.
Durante una reunión con empresarios en Guanajuato el pasado 6 de mayo, Gálvez resaltó el gesto político del líder del PRI, Alejandro Moreno, al estar dispuesto a ceder y satisfacer las demandas de Álvarez Máynez, quien exige la declinación del emecista a cambio de renunciar a su escaño plurinominal en el Senado y dejar la dirigencia del PRI. "Creo que es el momento de todos de pensar lo que queremos, que México camine hacia otro lugar, sentarnos, tranquilizarnos, no descalificarnos y ver si podemos construir un gran acuerdo", expresó Gálvez en un tono conciliador.
Sin embargo, la candidata no se detiene ahí. También hizo un llamado a la militancia de Movimiento Ciudadano para que respalden su proyecto por encima de los intereses personales o partidistas. Este enfoque paralelo busca consolidar un frente amplio que defienda los valores de un México mejor, según las palabras de Gálvez.
Además, desde Pánuco, Veracruz, la candidata enfatizó la importancia de las próximas elecciones, donde se enfrentan dos visiones divergentes para el país: "el de una candidata que quiere que la elección sea un trámite como en Rusia, Nicaragua y Venezuela y un proyecto donde saquemos a México de las garras de los criminales". Este llamado se suma a su campaña bajo el lema "despierta México", enfatizando la necesidad de evitar un "mal gobierno y destrucción" prolongados.
Con estas acciones, Xóchitl Gálvez busca movilizar a los votantes y crear un frente sólido que pueda enfrentar a su principal rival, Claudia Sheinbaum de Morena, y prevenir posibles irregularidades electorales. Su estrategia apunta a cambiar el panorama electoral en las semanas previas a los comicios del 2 de junio, manteniendo viva la esperanza de un cambio significativo en el rumbo político del país.
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